Un pie de gato se puede lavar igual que una zapatilla de calle. No que no es seguro de que todas las marcas respondan igual al lavado a máquina, por lo que es más recomendable lavarlos a mano con un trapo húmedo y jabón poco abrasivo.
Si lo que pretendes es meter los pies de gato en la lavadora para quitarles el mal olor, no te molestes porque incluso luego olerán peor por la humedad tras una o dos semanas.
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