Es importante que los más pequeños tengan pies de gato especialmente diseñados para ellos. Es mucho más recomendable eso a que lleven una talla muy pequeña de lo que es un modelo para adultos.
Como el pie aún se esta formando deben ser modelos de pie de gato no agresivos en su horma y poco asimétricos. Que dejen espacio en los dedos para que conserven movilidad y no comprarlos muy ajustados. Además de que cambiarán de talla cada muy poco tiempo, evitaremos deformar sus pies.